¡Ogrest desencadena el caos en WAKFU!

Como sabéis, fue la tristeza de Ogrest lo que provocó el gran diluvio y causó el apocalipsis del Mundo de los Doce. Siglos más tarde, aunque la tormenta haya amainado, el ogro sigue sin encontrar consuelo.

De cuando en cuando, su llanto sacude de nuevo las islas de WAKFU, desatando lo que todos llaman «el caos de Ogrest».

Vuestro ritmo de vida, vuestras costumbres en la plaza del mercado, la tranquilidad de la que disfrutabais entre los jalatós… Serán muy buenos recuerdos, porque todo eso se acabó.

A partir de ahora, las lágrimas de Ogrest van a sembrar el caos en todas las naciones, sin excepción. Ogrest dará rienda suelta a la tristeza más angustiosa y provocará la oscuridad más profunda de un modo tan aleatorio como implacable.
 

Cuando el caos de Ogrest se abate sobre el territorio de una nación, revuelve el ecosistema y destruye parte de los elementos interactivos de la zona. Todas las naciones experimentan el caos al mismo tiempo, en territorios elegidos al azar.

Y seréis vosotros, ciudadanos del Mundo de los Doce, quienes tendréis que defender vuestras tierras buscando la solución apropiada para restablecer el equilibro y poner fin a las calamidades.

Cada vez que un territorio cae bajo el yugo del caos de Ogrest, todos los ciudadanos reciben una advertenciamediante un mensaje en el juego.

Cuando lleguéis al territorio, podréis comprobar el tamaño del desastre.

Cada vez que azote el caos, se producirá una destrucción parcial del ecosistema y de los elementos interactivos de la zona (talleres, bancos, pozos, lámparas, etc.). Además, los miembros del culto de Ogrest y los trools del caos irrumpirán en laparición.

Entonces, se activará un desafío particular en cada zona donde se manifieste el caos, y si lo superáis pondréis fin al desastre.

Habrá distintos desafíos a los que tendréis que hacer frente, entre los que contamos:

- Pisotear las plantas del caos,

- Luchar y vencer a los monstruos que tienen por objetivo destrozar los recursos de la zona,

- Luchar y derrotar a los monstruos que tienen por objetivo atacar a las semillas de la fauna del territorio.

Cuando hayáis superado el desafío, el caos cesará. ¿Creéis que entonces podréis quedaros tranquilos? ¡Pues es que no conocéis bien a Ogrest! Una de las consecuencias de la catástrofe natural será que algunas máquinas resultarán dañadas y habrá que reconstruirlas…

Echar una mano a la nación va a resultar imprescindible, así que ¡manos a la obra!

Así es, el caos de Ogrest requiere un verdadero esfuerzo comunitario.

Aunque este imprevisto no modificará el panorama político de la nación (los miembros de clan seguirán velando por la zona, vuestro gobierno seguirá siendo el mismo, etc.), el ecosistema, los desafíos, los objetos interactivos de la zona, ellos en cambio sí se verán afectados.

De hecho, hasta que no consigáis superar el desafío de la zona, el caos seguirá presente e impedirá que cualquier otro desafío clásico pueda activarse… Del mismo modo, los elementos interactivos seguirán dañados si no hacéis algo por repararlos y esto durante o tras el desastre… En cuanto a las plantas del caos, monopolizarán una parta bastante amplia del suelo fértil. Por su parte, la fauna se debilitará, llegando a perecer o a volverse estéril, debido a la presencia de las terribles criaturas del ogro.

Debéis saber que al enfrentaros con los monstruos podréis conseguir objetos exclusivos y que el desafío que representan se verá recompensado con una ganancia de experiencia mucho más interesante que la que se consigue con las bestias clásicas.

Cuando superéis el desafío de Ogrest, el caos cesará. El territorio volverá a su estado normal, los desafíos clásicos podrán activarse de nuevo y el ecosistema volverá al equilibrio. Pero no debéis olvidaros de que ¡hay que reparar las máquinas que fueron destruidas!

Tendréis que hacer un esfuerzo por organizaros: prever recursos extras en caso de un eventual caos, velar permanentemente por vuestros territorios para poder ser más reactivos, preparaos entre gremios y gobiernos para la próxima catástrofe, porque nadie puede saber ni cómo, ni dónde, ni cuándo ocurrirá. En resumen, si no remediáis el caos de Ogrest en cada territorio, vuestra nación se puede ir gangrenando…

¿Creéis que estáis preparados para hacerle frente? ¡Ogrest, desde luego, no va a preoucparse por vosotros!